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Cuna serie Tren de Trama (Bébécar)

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Mi hijo se duerme todos los días al compás del chucuchú, del chucuchú del tren, ya que su cuna pertenece a la serie Tren de Trama.

Mis criterios a la hora de elegir una cuna

Los criterios a la hora de elegir una cuna son muy variados: estéticos, funcionales, económicos, etc. Yo tenía claras un par de cosas, no me quería gastar una barbaridad en la cuna (léase 1000 euros, que las hay) y quería un cuna sencilla, nada de convertibles ni medidas raras. Ya tenía la habitación del niño más o menos organizada, con sus muebles para cuando sea un poco más mayor y simplemente quería una cuna normal y corriente, que se adecuase un poco a la estética de la habitación, que estuviera homologada, por supuesto, y que cumpliera unos mínimos de calidad y funcionalidad, tales como varias alturas de somier, lateral movible, etc.

No iba buscando marcas en concreto, navegando por Internet encontré un modelo que más o menos me gustaba y luego, en la tienda donde compré la mayoría de las cosas de Adrián, resultó que trabajaban con esta marca y que además tenía un precio muy ajustado, así que me decidí.



Como ya he comentado, los criterios son muchos y todos muy válidos. Lo fundamental es que la cuna esté homologada, pero vamos, que a no ser que la compréis en un mercadillo o en un rastro, en principio todas las cunas compradas en tiendas de puericultura o grandes almacenes están homologadas. Para tener la homologación correspondiente (UNE EN 716) han de cumplir una serie de requisitos tales como la no toxicidad de los materiales (para los plásticos siguen la normativa UNE EN 71-3-96), una distancia mínima (45 mm) y máxima (66 mm) entre barrotes, entre lamas del somier (6 cm máximo), una altura mínima entre el somier y el final de los barrotes en las distintas posiciones, si tienen ruedas al menos dos deben poder bloquearse, un largo (al menos 20 cm más que la altura del niño) y un ancho (60 cm) mínimos, etc. Con metro en mano podemos comprobar en cualquier cuna de exposición si cumple la normativa (normalmente sí lo hacen).

Hay gente que busca una cuna normal, para usar unos meses o incluso un par de años, hasta pasar al niño a su cama. Después se desmonta y se guarda o se reutiliza con otro retoño. Otras personas buscan cunas convertibles, sobre todo en casas más pequeñas en las que hay que aprovechar muy bien el espacio y no hay sitio para guardar cunas que ya no se utilicen. En este caso son una estupenda opción estas cunas convertibles, sólo hay que tener en cuenta que suelen ser más caras (bastante más) que un modelo normal y que las medidas son algo más grandes, lógico, para que el niño pueda usarlas más tiempo como cama. Una cuna normal suele tener 120*60 cm o 140*70, mientras que las convertibles van de la segunda medida hacia arriba. Esto hace que en ocasiones sea más complicado encontrar sábanas y ropa de cama o que tengamos que comprar la que nos vende la marca de la cuna, que también suele ser más cara. La ropa de cuna “normal” suele ser la de 120*60 y también encontramos fácilmente la de 140*70, medida que se está popularizando bastante.

Teniendo en cuenta el precio os diré que hay de todo, desde los ciento y poco euros en los modelos más básicos de los grandes almacenes o tiendas de puericultura (en Prenatal hay una por unos 190 euros) hasta los casi mil euros de las cunas más exclusivas tipo Stokke, Leander, etc. Y hablo sólo de la cuna, de la estructura, ya que no suele incluirse en el precio ni el colchón ni los textiles y coordinados. Pasemos ya a las cunas de Trama.

Trama y Bébécar

Trama es la marca de mobiliario del Grupo Bébécar, muy conocido por sus cochecitos (sobre todo por el Vector, el Icon y el Reversus) y algo menos por sus sillas de seguridad en el automóvil. También comercializan otros elementos de puericultura, como algún colchón, una trona, andadores, cunas de viaje, etc.

En su web podemos ver todos sus modelos, muy variados en sus diseños de cunas y textiles, e incluso solicitar un catálogo de sus productos. Yo lo pedí en el año 2006 y era sencillo pero con toda la información. Como ya no lo tengo lo he vuelto a pedir este año, en cuanto lo reciba completo la opinión.

Es una marca de buena calidad, similar a otras también conocidas como Micuna o Alondra. Con cualquiera de ellas los papás pueden estar tranquilos comprando un producto a un precio razonable y que cumple con las normativas, además de tener la ventaja de existir numerosos modelos más clásicos y más modernos, adaptables a cualquier decoración

Además tanto Trama como las otras marcas que he mencionado, son fáciles de encontrar en cualquier tienda de puericultura y tienen buenos plazos de entrega. Eso sí, tened en cuenta si encargáis una cuna y no está en stock en la tienda, que los plazos rondan el mes y si hacéis el pedido en verano pueden tardar un poco más por el cierre de muchas fábricas del sector de la madera en el mes de agosto.

Las cunas de Trama y sus complementos

Trama fabrica en dos medidas, las más habituales, 120*60 y 140*70. Las más numerosas son las primeras, con unas 25 series que además tienen la posibilidad de combinar nueve tipos de madera con nueve colores de laca. Las posibilidades son inmensas. Sus modelos son variados, como he dicho, desde los más clásicos a los más modernos y depurados y van acompañados de elementos de mobiliario que se pueden coordinar con la cuna, así como de textiles a juego.

Además de las cunas convencionales tienen modelos convertibles en cama, en la medida más grande, 140*70, y también alguna minicuna.

Como mobiliario suelen incluir en la serie un armario de dos puertas, un perchero, una cómoda y un estante. No os voy a hablar de ninguno de ellos porque sólo tenemos la cuna y además la opinión sería eterna.

Los textiles a juego son muchos: edredones, protectores, bolsos con cambiador, sábanas, arrullos, capas de baño, canastillas, lámpara, cortinas, ropa para minicuna sacos, etc. Nosotros compramos el edredón, el protector de cuna y el bolso con cambiador. Os contaré un poquito sobre ellos.

Los textiles de la serie Tren

Si las cunas tienen precios bastante razonables, con los textiles se salen un poco más de madre. Como os digo, compramos el protector, el edredón y el bolso y nos salió casi tan caro como la propia cuna. La verdad es que fue un capricho, porque nos gustó mucho el diseño y quedaba genial en la cuna todo a juego, pero reconozco que es caro y, aunque la calidad es estupenda, se pueden encontrar coordinados muchos más económicos o incluso, si sois un poco apañados, coserlos vosotros mismos teniendo alguno como guía.

El edredón más el protector nos costó 132 euros. Son de algodón (70%) y poliéster (30%). El edredón es desmontable, tiene un relleno sintético forrado de algodón que se extrae fácilmente por la parte de abajo del edredón. Todo se puede lavar en la lavadora a 30 grados y planchar después a temperatura suave. Son tejidos muy agradecidos que quedan muy bien al lavar, no pierden color y se planchan de maravilla. Las aplicaciones decorativas están bordadas, nada de pegatinas ni pinturas. El protector es del mismo tejido, con un cierre de cremallera en la parte inferior para extraer el relleno de espuma forrado de plástico en tres piezas. Es también lavable y tiene 9 cordones para fijar a las barras de la cuna.

La bolsa más el cambiador nos costó 74 euros. Son muy sencillos y en los mismos tejidos lavables y con bordados. La bolsa se cierra con cremallera y tiene un par de compartimentos en el interior, con acolchado fino para darla mayor consistencia. Tiene dos asas pequeños y otro más grande para llevarla de bandolera. Es la que llevé al hospital con las cosas del niño. El cambiador es un poco más grande de lo habitual, va cerrado con dos botones y tiene el interior habitual, de un material plástico blanco fabricado en PVC.

No me entretengo más con los textiles... vamos con la cuna.

La cuna del chucuchú

Nuestra cuna es la del chucuchú, vamos, de la serie Tren (no confundir con la serie Locomotora). Se caracteriza por la decoración en el cabecero, un tren con dos vagones en bajorrelieve y con el interior lacado en el mismo todo que los bordes de los cabeceros. En 2006, cuando yo la compré, se fabricaba en tres tipos de lacado (verde pistacho, naranja y beige) y en varios acabados de madera. Yo elegí el abeto combinado con pistacho porque los colores iban bien con los de la habitación. Actualmente está disponible en la misma combinación que yo tengo y en otras dos: blanco y azul (para los detalles) y castaño y beige (para los detalles). Hace dos años nos costó 252 euros, ahora ronda los 275.

Está realizada en madera de pino maciza con barniz mate y lacado, ambos no tóxicos, cumpliendo las normativas de seguridad. También cumplen las distancias mínimas y máximas entre barrotes, lamas, en altura del somier a los bordes de la cuna, etc. A la hora de elegir el colchón habrá que tener en cuenta las medidas para que no queden espacios de más de 2 centímetros entre el interior de la cuna y el colchón. Con cualquier colchón de medida normalizada se cumplirá esta norma.

La cama viene desmontada, depende de la tienda donde la compres que te la lleven a casa y te la instalen o no. A nosotros nos la trajeron e instalaron pero después la hemos desmontado y montado en una ocasión y la tarea es bastante sencilla y no son necesarias las instrucciones, aunque vienen junto con la cuna. Si montáis la cuna por primera vez seguro que os vienen bien para la colocación de las guías del lateral móvil, pero una vez que las coloquéis, aunque luego se desmonte la cuna ya no es necesario quitarlas con lo que la tarea se vuelve mucho más sencilla.

El lateral movible puede montarse a ambos lados de la cuna, simplemente hay que colocar las guías (de plástico la superior y metálica la inferior) en el lado del cabecero que prefiramos y a continuación instalar el lateral. Es una buena idea ya que normalmente abordaremos la cuna desde un lado más que desde el otro y ahí debe estar el lateral.

Realmente no es un elemento que yo use mucho en la cuna, ya que suele estar siempre en la posición más alta para evitar caídas. Sin embargo, puede ser muy útil para hacer la cuna al niño por las mañanas si no eres muy alt@ y tienes el somier en la posición más baja.

Hablando del somier, tiene tres alturas, la superior para recién nacido y la inferior para cuando el niño logra ponerse de pie en la cuna. Nosotros no llegamos a usar la posición de arriba porque usó la minicuna los tres primeros meses y después pasamos directamente a la posición intermedia. En cuanto vimos que se ponía de pie en la cuna, no recuerdo bien pero quizás con ocho meses, cambiamos a la posición inferior. Para bajar el somier no hace falta desmontar la cuna, tan sólo aflojando los tornillos de los laterales y con un poco de maña se pude colocar en la altura adecuada. La posición más compleja es la inferior ya que el somier queda entre la guía de bajada del lateral móvil y cuesta un poco más encajarlo.

La cuna se puede usar con o sin patas. Es lo último que se pone así que hay tiempo de pensarlo. Yo ahora mismo la tengo con patas pero tengo claro que la próxima vez que la use se las voy a quitar. No me gusta tenerlas sin el freno porque Adrián, cuando está fuera de ella, la menea para todos los lados, tan sólo se lo quito para limpiar la habitación. Con el freno puesto (lo tienen las cuatro ruedas y se acciona bien con el pie) no es capaz de moverla pero yo sí que la muevo y, al arrastrar la rueda, el suelo queda marcado. En próximos usos mi opción será quitar las ruedas y colocar unos fieltros en las patas para deslizar la cuna sin dañar el suelo. Sin ruedas no creo que Adrián sea capaz de bailarla por la habitación.

Algo que me gusta de la cuna son los protectores de plástico transparente que lleva en los laterales, la típica zona donde los enanos suelen dejar los dientes marcados. Tienen un doble uso, protegen la cuna y protegen al niño, que no podrá mordisquear la madera y conseguir por la fuerza ningún trocito de cuna. Están situados en ambos laterales y tienen forma redondeada.

Las formas redondeadas están en toda la cuna, no tiene aristas duras ni picos que puedan hacer daño al niño o a los padres, todos los cantos y esquinas están “matados” para resultar más seguros.

Por ponerle una pega quizás me quedo con que los tornillos quedan muy a la vista, no queda feo pero bueno, hay modelos en los que están más disimulados. No llevan embellecedores ni tapas porque son elementos muy peligrosos ya que los niños son expertos en arrancar estas cositas tan diminutas y tragárselas.

Sobre su resistencia no tengo pegas. Los tornillos siguen en su sitio, como el primer día; los he revisado en alguna ocasión por seguridad y no se han movido ni un pelo. El lateral movible lleva un sistema fácil para el adulto pero imposible de accionar por el niño, ya que requiere de las dos manos y de un poco de presión por la parte de abajo, a donde el niño no puede llegar. Tiene un poquito de holgura, la justa para que se deslice por el carril pero no es peligrosa para el niño por mucho que intente mover el lateral.

La madera desde luego no es la mejor, el pino es blando y no se puede comparar por ejemplo al roble pero para el uso que se le da a nosotros nos ha sobrado; a pesar de algún golpe que otro está como nueva y lista para usar por unos cuantos enanos más. También se ha notado en el precio ya que no cuesta lo mismo el pino que el roble. Como curiosidad, hablando del pino, está fabricada en Portugal, país de donde vienen gran cantidad de los muebles de pino que se venden en España.

No quiero extenderme más, os podría contar el número de tornillos que lleva, las tuercas, tacos y demás, pero tampoco es plan. En la tienda, si son un poco enrollados, os la llevan y montan, y sino pues pasáis una tarde entretenida parecida a aquel anuncio de la pareja montando un mueble de Ikea.



Cuna serie Tren de Trama (Bébécar)

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