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Aquadoodle Familiar, de Bizak

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¡Qué gran invento el Aquadoodle! Realmente no entiendo como no es más conocido porque es el típico juguete que tiene pocas pegas: para los niños resulta divertidísimo porque pueden pintar, que es una de las cosas que más les gusta, y para sus padres es maravilloso porque tiene dos características fundamentales. No abulta nada, y, teniendo en cuenta lo sobrecargadas de pingos que están nuestras casas hoy en día con juguetes de enormes dimensiones que ya no sabes dónde meter, esto no es una cuestión baladí. Y ¡encima no mancha! Ni a los niños que lo utilizan, ni tiene el más mínimo peligro para el mobiliario. ¡Es fantástico!

Es por esto que aunque no es muy conocido, se está haciendo hueco en las casas de muchos gracias al boca-oído. Es de esas cosas que se recomiendan con gusto porque todavía no conozco a nadie que lo tenga y esté descontento.

== DOODLE ==

Doodle es una palabra inglesa que quiere decir literalmente “garabato”. Es por esto que no os ha de extrañar verla en más productos aparte de los “aqua”. Existen distintas pizarras que usan diferentes sistemas de dibujo con el doodle en su nomenclatura. La más conocida y antigua es el Magna Doodle… para que lo situéis es la pizarrita que tienen en Friends en el piso de los chicos en la puerta.

Aquadoodle es comercializada por la española Bizak y es una pizarra, aunque un poco peculiar. Como su nombre indica, el vehículo con el que el niño va a poder expresar su creatividad es el agua. No hay tinta, sino que el agua hace esta función.

El primer producto que lanzaron es el aquadoodle tradicional, en una medida bastante más pequeña que este del que os voy a hablar hoy y posteriormente han ido innovando con varios productos que utilizan un sistema parecido. El éxito del producto les ha permitido diversificar y ampliar la gama de productos.

Que yo sepa hay ahora mismo en el mercado, por lo menos, cinco productos diferentes bajo el nombre de “aquadoodle”. Está el tapiz inicial, de unos 50 x 50 cm, éste que tiene 80 x 80, uno que tiene un lápiz especial que permite dibujar unas vías sobre las que se puede mover una locomotora, unos tapices de pared con distintos motivos (Winnie the pooh, princesas Disney y Cars, que yo conozca) y por último un kit de viaje que también tenemos y viene en una maletita. Esto nos da idea del éxito que está conociendo de la mano de padres satisfechos.


== EN QUÉ CONSISTE ==

Tanto el aquadoodle original como el que yo tengo son muy similares. Básicamente se tratan de un tapiz cuadrado que consta de tres capas. La superior es una tela opaca blanca, la intermedia es un plástico de color azul y la de abajo es impermeable para evitar que la humedad pase al suelo y que moje. Además del tapiz, el kit incorpora un rotulador que es básicamente una carcasa vacía con una punta de fieltro. Este rotulador se puede abrir y se ha de cargar con agua.

Para comenzar a utilizarlo, deberemos poner a punto nuestro rotulador. Lo abrimos (que por cierto va en el sentido contrario de apertura al de todos los botes), lo llenamos con agua y lo ponemos con la punta hacia abajo para que ésta vaya empapando la punta. A los pocos segundos estará operativo. No los he contado, pero no son demasiados.

A continuación procedemos a extender el tapiz en el suelo para que los niños puedan jugar. Puede hacerse bien con el rotulador o bien con cualquier cosa impregnada en agua, las manos, los pies, alguna pieza que tengamos de algún otro juego. Da lo mismo. ¡Creatividad al poder! Al oprimir el rotulador sobre la superficie inmediatamente veremos que ésta se colorea de azul. ¿Magia? No, en realidad lo que pasa es que la tela superior se moja y deja ver la pieza interior que se transparenta. Pero no penséis que queda cutre. Muy al contrario. Da la sensación de que es magia lo que sucede o bien que el rotulador tiene tinta de verdad.

El niño puede pintar lo que quiera. Conforme vaya secándose el dibujo desaparecerá como se ha hecho y quedará de nuevo la superficie impoluta. No tarda demasiado… el tiempo es un poco relativo. Si se pinta con el rotulador algo menos que si se hace con las manos por la sencilla razón de que el rotulador dosifica mejor el agua y cae menos cantidad. Al tener menos que evaporar, lo hace más deprisa. Alguna vez nos ha caído agua en plan gotón y eso sí que ha tardado bastante en desaparecer, pero si se hacen líneas en tres o cuatro minutos el dibujo se ha ido. De todas maneras, incluso las gotas terminan por irse, sólo es cuestión de paciencia.

== DIFERENCIAS ENTRE EL AQUADOODLE ORIGINAL Y EL FAMILIAR ==

Al principio yo pensaba que era el mismo producto, de hecho, porque el funcionamiento es básicamente el mismo. Al leer la opinión sobre él que hizo Raguquita yo decía ¡pero si el mío es de otro color! ¡pero si a mí me da la sensación de que es más grande el que yo tengo!. Claro, es que son dos productos diferentes. No era que yo me estuviera volviendo loca y me hubiesen regalado uno más antiguo.

La explicación reside en que Bizak hace juguetes en exclusiva. Y el que yo tengo es precisamente uno de esos, realizado para El Corte Inglés y sólo para él. ¡Así se explica! Es que estaba venga a buscarlo y no daba con mi modelo en ningún lado. Así que únicamente lo vais a poder encontrar en estos grandes almacenes, sí o sí.

El mío fue un regalo, así que tampoco me planteé cuál comprar, francamente. La diferencia más evidente es que mi Aquadoodle es considerablemente más grande. Está pensado para que puedan pintar dos niños a la vez por sus enormes dimensiones. Es igualmente cuadrado, pero si el otro tenía aproximadamente medio metro en cada lado, éste llega hasta los 80 centímetros, con lo que la superficie de dibujo se multiplica. Para un niño solo da un poco igual porque creo que con los 50 centímetros es más que suficiente, pero en el caso de que tengáis a varios pequeños genios dispuestos a hacer obras de arte tal vez merezca la pena.

También hay alguna diferencia estética. Si bien el original está rematado por un vivo color azul, en este es rojo, lo cual es una nimiedad, como comprenderéis. Igualmente, tiene bastantes más y variados dibujos en la franja que lo rebordea. Estos dibujos, por lo que he visto en el kit de viaje son los mismos para toda la gama de Aquadoodle, simplemente habrá más o menos en función del espacio.

No tiene pegatinas (que he leído que el otro sí) ni tampoco tiene cinta para colgar. No tendría mucho sentido puesto que al ser tan grande ocuparía demasiado espacio colgado. Yo no la echo de menos; lo guardamos en un cajón junto con el rotulador para que no se pierda y ya está.

== PRECAUCIONES ==

Tenéis que tener muy en cuenta las siguientes cuestiones: Aquadoodle no se puede lavar ni tampoco se debe secar cerca de fuentes de calor, si no queréis inutilizarlo. Es decir, ni se os ocurra ponerlo a secar en un radiador o tenerlo demasiado expuesto en el tendedor porque la pieza azul del medio del sándwich se puede echar a perder.

No es que sean necesarias ninguna de las dos cosas, en realidad. Como he dicho arriba, el tapiz se seca muy deprisa, así que no es en absoluto necesario ayudarle con calor para que se vuelva blanco. Es una sencilla cuestión de minutos, así que no hace falta. Y lavarlo tampoco es necesario porque no se mancha, salvo que seáis un poco burros y no tengáis cuidado con él.

Sí que recomendaría que los niños se descalzaran para utilizarlo porque como está en el suelo a veces a los críos les gusta pisar por encima y una huella sí que es un inconveniente. Pero más allá de eso tampoco tiene mayor problema.

En la caja también recomiendan que es mejor vaciar el rotulador en cada uso (salvo que lo vayáis a utilizar en pocas horas, claro) y volverlo a llenar cada vez. No cuesta nada hacerlo, así que tampoco está de más. Yo en el de viaje no lo hago porque no es lo mismo llenar un rotulador en casa que hacerlo en el coche, pero en casa que da lo mismo sí.

== LA PRESENTACIÓN DEL PRODUCTO ==

Una de las pegas que le veo es que viene muy poca información. No explican muy bien cómo está hecho, ni viene con unas instrucciones de uso. No es que sea un cohete de la NASA, pero a mí sí que me hubiese gustado que hubiese venido un folleto explicando alguna cosa. Tampoco se sabe muy bien a ciencia cierta qué contiene la caja porque no lo pone. De hecho, no estoy segura de si venía un rotulador o dos, porque tal cual la abrió la niña se cayó y me dio la sensación de oír rodar algo … como no estábamos en mi casa, no sé si fueron imaginaciones mías y sólo venía uno, o realmente había dos incluidos. Lo buscamos y no apareció, ni tampoco me ha dicho mi tía que lo haya encontrado, pero yo sigo pensando que había dos… más que nada porque al ser familiar parece que tenga más sentido. Me quedaré con la duda.

== NOS GUSTA / NO NOS GUSTA ==

En general ME GUSTA y LE GUSTA a mi hija con letras mayúsculas.

A ella le divierte extenderlo en el suelo y dejar volar su imaginación, haciendo unos rayujos de lo más artístico. Llevamos utilizándolo desde navidades (cuando tenía unos 15 meses) y sigue encontrando mucha diversión en él. Siempre le sorprende. A veces intenta pintar en zonas no acotadas, como el friso o el mismo suelo (¡y menos mal que es agua!) y alucina al ver que ahí no pinta. Muchas veces nos pide a nosotros que le dibujemos algo, sobre todo pulpos y delfines, que son sus animales favoritos. Gracias a Dios, en los dibujos del reborde hay un pulpo y una ballena, que para ella cuela como delfín… es que el mar no es mar sin esos animales. También somos expertos dibujantes de Pocoyós ¡los Patos y las Ellys nos salen bastante peor!

A mí me encanta. Por un lado porque todos los juguetes en general son extrañamente enormes y al final ya no sabes dónde meterlos. El Aquadoodle se enrolla sobre sí mismo y hala, a un cajón junto con el rotulador. Es que no ocupa nada de espacio. ¡Qué gozada! Por otro porque no puede haber muchos dramas con él. A la pequeña le vuelven loca los rotuladores, que tiene terminantemente prohibidos. Es muy chiquitina aún y no controla y las veces que ha tenido un rotulador o un bolígrafo en la mano ha acabado de tinta hasta las orejas. Y no veáis para sacar las manchas. El Aquadoodle es limpio. Aunque se salga nunca manchará ningún mueble, ni tendréis el sofá hecho un Picasso. Y ella estará tan impoluta como al principio.

Otra de las cosas, unido a lo anterior, es que a veces siente curiosidad aún por chupar las cosas. Y el rotulador se lo lleva a la boca. Menos mal que es este, que está limpio y que no tiene tinta. Si no, podría acabar hecha un ecce homo. En ese sentido es muy seguro y pueden ocurrir pocas catástrofes e intoxicaciones. No deja de ser agua y fieltro, y aunque me sigue sin emocionar esa costumbre, no me preocupa.

A ambas nos gusta mucho las posibilidades de juego que tiene. Lo echamos en el suelo (que para ella es muy cómodo) o incluso lo ponemos en la mesa de centro baja del salón y ahí estamos pintando felices como perdices.

Las pegas son muy menores. Como he dicho, me hubiese gustado que llevara más información en la caja, que es bastante escasa, pero tampoco es ningún drama. No lo es tampoco que el rotulador no tenga tapa ni que el dibujo sea sí o sí monocromo. Es lo único menos bueno que puedo decir, pero tampoco son cosas que revistan una gran importancia.

== ¿RECOMENDADO? ==

No os voy a recomendar mi producto en concreto porque creo que son igualmente válidos cualquiera de los otros cuatro similares (dejo aparte el kit de viaje porque tengo previsto hablar de él ya que es un poco distinto). Deberéis elegir cuál es el que preferís en función de a) vuestras necesidades b) vuestro presupuesto.

La opción más económica sin duda es el tradicional y creo que es adecuado para la mayoría. Por 20-25 euros (depende de la fecha y el sitio donde lo compréis) tenéis un producto más que solvente a un buen precio. Éste creo que es más indicado para las familias con más de un niño porque al tener más superficie pueden jugar dos a la vez. Para uno solo, con el pequeño es suficiente porque por lo que he visto en la web del Corte Inglés éste cuesta 44 euros, bastante más que el otro. Si tenéis espacio en la pared otra buena solución sería el tapiz-pizarra, que puede suplir a las pizarras tradicionales de tizas o rotuladores veleda. En todo caso, esto sería para niños más chiquitines, porque los más mayores a buen seguro preferirán una pizarra de las de toda la vida, como las de su cole. Pero para la etapa preescolar puede ser una buena idea. Es muy decorativo y la postura de pintado es igualmente cómoda para ellos siempre que se coloque a una distancia adecuada del suelo. En todo caso, también sube bastante más de precio que el de suelo pequeño. El de la locomotora puede estar bien, pero como no lo he visto no sé mucho de él.

También es un muy buen regalo para los niños. Si no sabéis que regalar a un niño de 1-2 años, esto puede ser una buena idea. Aunque lo tengan, seguro que les viene bien para casa de sus abuelos por ejemplo.

Estimula la creatividad, tiene su punto mágico, es seguro, está bien realizado, no mancha… y podría enumerar una lista interminable de ventajas, así que creo que es un producto más que recomendable. Les encantará.




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