Enganches para el carrito, cuelgabolsas
Sí, vale. Todo el mundo te dice que los carritos de los niños no pueden ir cargados hasta las trancas porque se pueden vencer. De hecho una de las razones por las que nunca consideré comprarme una McLaren (sí, lo sé, soy rara) es porque las he visto volcarse con muchísima facilidad cuando van con demasiadas bolsas colgando. La solución es sencilla: no llevar tantos pingos. Pero yo me conozco y siempre acabo volviendo con doce mil bolsas. Por una cuestión de alergia cutánea al plástico, que me salen unas bonitas ronchas que pican a morir (dermografismos se llaman), no puedo llevar muchas cosas colgadas en los brazos. Así que o cambiaba mis costumbres, o me buscaba la vida.
Me gustan mucho las sillas con el manillar corrido por las facilidades de conducción que tienen pero tienen la contra de que no puedes colgar nada. Mi silla titular es un Bugaboo y al final acababa destrozando la palanca del freno porque a la que me descuidaba iba cuajadito de bolsas. Hasta que di con estos enganches. ¡Menudo invento!
Son una cosa tan tonta y tan fácil de fabricar que te hace preguntarte cómo nadie los había inventado antes o cómo no vienen de serie con los carritos con el manillar corrido. Constan de un velcro que se sujeta en el manillar, sea del grosor que sea, del que pende un gancho de plástico que hace un giro de 360 grados. Nada más. Los puedes colocar en cualquier parte del manillar y colgar de ahí las bolsas. Cuanto más laterales los coloques más peso aguantan y menos números tienes de que se vuelque el carro. Lo mejor es poner uno a un lado y otro al otro, a una distancia del suelo lo suficiente para que no rocen las bolsas con el suelo o bien con las ruedas.
Los podéis encontrar en Inizios por 5,99 euros (una pareja). Ojo, los he visto en otras páginas por casi el doble.
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